En Argentina se calcula que más de 90.000 personas padecen Mal de Parkinson, una afección cerebral que causa trastornos en el movimiento, mentales y del sueño, dolor y otros problemas de salud. Se trata de una enfermedad que no tiene cura por lo que las personas que lo padecen deben aprender a convivir con esta, lo que muchas veces puede ser complejo.
La enfermedad de Parkinson se da cuando el cerebro de una persona no produce dopamina, una sustancia que controla los movimientos del cuerpo y el estado de ánimo. Se trata de un trastorno neurológico progresivo donde ciertas células nerviosas se ven afectadas y por ende algunas áreas concretas del cerebro no pueden cumplir con sus funciones.
Los síntomas del Mal de Parkinson: falta de movimiento y afecciones mentales
Así, los síntomas de esta afección que produce el deterioro de las células nerviosas pueden clasificarse en motores y no motores. En el primer caso se encuentran signos como Temblor en una extremidad en reposo, lentitud de movimientos, rigidez de las extremidades o el tronco o el mal equilibrio. Mientras que los no motores afectan a la mente provocando depresión y ansiedad, alteraciones cognitivas, trastornos del sueño, entre otros síntomas.
Las personas que padecen mal de Parkinson pueden así, verse reducidas en sus movimientos, sufrir alteraciones en sus emociones y hábitos de sueño. Por ello es pertinente comprender las maneras más aconsejables de convivir con esta enfermedad para lograr una vida plena sin que la afección provoque mayores inconveniencias.
10 consejos para convivir con el mal de Parkinson
1. Adecuá tu entorno.
En casa no debe haber alfombras, muebles u obstáculos que puedan provocar tropezones o caídas. Si existen escaleras, deberían contar con una baranda o pasamanos.
2. Vigilá la respiración y la acumulación de saliva
La persona que padece mal de parkinson debe realizar una fisioterapia respiratoria habitual, por ejemplo inflando globos o cantando. Para evitar que la saliva se acumule en la boca, debe intentar tragarla a menudo, sobre todo antes de hablar, y procurar poner la cabeza en una posición erguida para facilitar el tragado.
3. Mantené la postura.
Es importante mantener una buena higiene postural, por ejemplo al dormir, comer o estar sentado. En determinadas situaciones como el baño o el aseo puede ser de ayuda tener una silla o asiento ante el lavabo o dentro de la bañera.
4. Comé con tranquilidad.
A la hora de comer, la paciencia es clave; hacelo sin prisa y utilizando cubiertos que sean ligeros.
5. Combatí el estreñimiento.
Se trata un problema común en muchos pacientes con Parkinson, causado normalmente porque beben poca agua o por la medicación. Para evitarlo, por tanto, es importante hidratarse bebiendo al menos un litro y medio de agua al día. También podés intentar establecer una rutina para acudir al baño y hacer ejercicios de contracción y relajación para fortalecer la musculatura de la zona. Hay que saber que tampoco hace falta defecar todos los días, con hacerlo cada 2 ó 3 días es suficiente.
6. Hacé ejercicios de movilidad.
Para mejorar la coordinación motora realizá ejercicios de motricidad gruesa (abrir y cerrar las manos, lavar platos, colgar ropa…) y ejercicios de motricidad fina (pinzas, manualidades, abrochar botones…). Además, cuando se da una situación de bloqueo o congelación antes de empezar a andar, hay que balancear el peso del cuerpo de izquierda a derecha, como llevando el ritmo de una melodía, y pensando que vas a salir corriendo hasta el momento de estar listo y comenzar a andar.
7. Intentá controlar los temblores.
Ante el temblor, efectuá movimientos rápidos con la mano, apretá el codo de la extremidad afectada contra un lado para estabilizarlo.
8. Priorizá el descanso.
Es importante dedicar horas suficientes durante el día al reposo y el sueño. Evitá echar siestas durante el día, sí realizás actividad física y a la hora de dormir usá camas articuladas y que estén situadas a una altura adecuada para facilitar tu acceso a ella.
9. Esforzate en la comunicación.
Para facilitarte las conversaciones o la expresión en general, evitá hablar en lugares donde haya mucho ruido, intentá estar en una postura relajada, pensá antes de hablar y respirá correctamente, emitiendo frases cortas y concisas. También podés practicar la lectura en voz alta.
10. Apostá por las relaciones sociales.
Intentá practicar actividades de ocio, y dedicar tiempo a la familia, amistades o personas cercanas. Recuerda: “Si tenés Párkinson, no lo vivas solo”.